MEXICO (AP) – Los mexicanos votaron el domingo para renovar la Cámara de Diputados, en una jornada donde se medirá el desencanto con la clase política y el apoyo al Partido Acción Nacional (PAN) del presidente Felipe Calderón, quien ha hecho del combate al narcotráfico el eje de su gobierno.
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Más de 77 millones de mexicanos registrados en el padrón electoral fueron convocados para participar en una jornada electoral en la que también se eligieron seis de 31 gobernadores y centenas de alcaldías y legisladores locales, en un país sumido en una recesión económica y con varias regiones afectadas por la violencia del narcotráfico.
A las 2300 GMT cerraron la mayoría de los centros de votación en el país, aunque en algunas zonas aún faltaban dos horas por la diferencia de horario, por lo que aún no se divulgaba ninguna tendencia sobre el partido que encabezaría la votación a la cámara baja.
Los últimos sondeos habían señalado que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó el país por siete décadas hasta el 2000 _año en que la oposición llegó al poder por primera vez de la mano del PAN_, obtendría la mayoría de la votación a la cámara baja y el mayor número de legisladores federales.
A nivel estatal, encuestas de salida de empresas privadas señalaron que en los estados de Campeche, Colima y Nuevo León el PRI mantendría las gubernaturas.
Aún no se daban tendencias para los estados de Querétaro, San Luis Potosí y Sonora porque o estaba muy cerrada la diferencia entre el primero y segundo lugar o porque las leyes locales no permiten divulgar sondeos sino hasta más tarde.
En la conformación actual de la cámara baja, el PAN tiene la mayoría relativa con 206 de los 500 asientos. Le siguen el Partido de la Revolución Democrática (PRD), de tendencia izquierdista, con 126, y el PRI con 106.
En los comicios del domingo se elegirán de manera directa 300 diputados y los restantes 200 serán repartidos a partir del porcentaje de votación de cada uno, en una jornada en la que los sondeos han señalado que el PRD podría irse hasta el tercer lugar después de la segunda posición que alcanzó en el 2006, cuando estuvo a escaso medio punto porcentual de obtener la presidencia.
La jornada se realizó con algunos incidentes como en la municipalidad de Ecatepec, vecino a la capital en el Estado de México, donde se registró un enfrentamiento entre supuestos vendedores ambulantes y policías que acudían a verificar una denuncia de que alguien presionaba a la gente para que votara por el PRI.
Guillermina García, una portavoz del municipio de Ecatepec, dijo a la AP que los vendedores recibieron a tiros y golpes a los policías, lo que desató un enfrentamiento. Dijo que al menos cinco policías resultaron heridos, cuatro a golpes y otro de bala.
La elección nacional ocurre en medio de un inusual movimiento que ha llamado a emitir votos nulos en protesta por una clase política que, a juicio de algunos, sólo vela por intereses de grupo y no de los ciudadanos que la eligen.
«Siempre he votado por el PAN, pero esta vez he anulado mi voto, porque ahora los partidos no funcionan», comentó Marta Tamayo, de 43 años, quien trabaja en un área de recursos humanos, después de votar en la capital mexicana.
Aunque no se espera que el porcentaje de votos anulados supere al que recibirán los principales partidos (una encuesta de la última semana predijo que no superaría el 5%), autoridades e institutos políticos le han prestado atención por tratarse de un movimiento que consciente e intencionalmente ha sido respaldado por intelectuales, líderes de opinión y ciudadanos en general.
La campaña tuvo tanto impacto que en el último par de semanas el mensaje de la mayoría de los actores políticos _incluido el presidente_ fue llamar a la ciudadanía a no anular su voto y ser parte de los electores que decidirán la nueva conformación de la nueva Cámara de Diputados, actualmente con mayoría relativa del PAN.
«El voto es un derecho y es un deber; un derecho y un deber que millones de ciudadanos en todo el mundo, en varios países no tienen. Y me parece que debemos aprovecharlo», dijo Calderón después de emitir su sufragio.
Algunos votantes ya han manifestado su rechazo a la anulación.
«Anular mi voto sería como tirar mi voto a la basura», dijo Mauro Zarza, un empleado gubernamental de 56 años.
Calderón también enfrenta el domingo una prueba del apoyo a su lucha antidrogas, sobre todo porque el PAN fincó su campaña electoral precisamente en el combate al narcotráfico que el mandatario ha emprendido desde los primeros días de su mandato.
El PAN prácticamente acusó al PRI de haber tolerado durante sus administraciones el narcotráfico, que se ha cobrado más de 10.800 muertes desde el inicio del actual gobierno en diciembre del 2006.